Hola chic@s! Anoche a las 12 finalizó la Feria de 2014. Ha sido una Feria atípica, no sólo por haber recaído íntegramente en mayo y por sus elevadísimas temperaturas, sino porque nosotros apenas la hemos pisado. La madrugada del jueves al viernes, mi niña mayor y yo caímos malas, con lo cual hemos pasado medio fin de semana metidas en casa. Pero bueno, empezaré por el principio.
Allá por febrero, mis amigas canillas empezaron a animarnos para que nos hicísemos trajes de flamencas. Yo la verdad es que ya había pensado hacerme uno para mí. Aunque el mío estaba impecable me apetecía cambiar un poco. A las niñas pensaba aprovecharles el del año anterior. Sin embargo, como os dije, a Irene le quedaba bien, pero a Elena le quedaba muy pequeño, y arreglarlo supondría casi más esfuerzo que hacer uno nuevo. Así que me propuse hacer tres vestidos a juego.
El diseño fue lo primero que pensé. Si las tres íbamos a ir iguales debería ser algo sencillo, elegante y favorecedor. Por que a las niñas les sienta todo bien, pero una no está favorecida con todo y ya es consciente de que lo que le va y lo que no. Así que me decidí por hacerlos en una tela de polelín lisa en tono verde agua y combinarla con encajes de bolillos en beige (en las fotos, no sé por qué el tono parece turquesa, pero os prometo que es verde agua). Sobrio, pero alegre a la vez. Una vez decidida la tela, tocó pensar en la hechura.
Para las niñas, mi tía y yo lo teníamos claro: repetiríamos el modelo de vestido cortito tipo marisol, pero esta vez con mangas a la sisa. Se preveía bastante calor y por eso buscamos la opción más cómoda y fresca para ellas. Además a Irene todavía la veo favorecida con los vestidos cortitos, así que no nos comimos mucho el coco. La confección fue prácticamente igual a la del año pasado. Las únicas novedades que introdujimos fue agrandar un poco el volante para que cada vestido tuviera tres y prescindir de las mangas.A modo de adorno solamente llevan el remate de bolillos en cada volante y una especie de pequeño mantoncillo de crochet en beige que les ha hecho mi tía.
El resultado ha sido bastante bueno, porque ya teníamos cogida algo de practica en el modelo y porque la remalladora nos ha sido de gran ayuda. Los bajos del volante van todos rematados con la puntada de cordoncillo y el resultado es impecable. Vamos que no me importaría enseñarlo por dentro..jeje
El vestido de Irene lo terminamos antes de Semana Santa. En estas semanas la niña ha tenido dos veces fiebre y me temo que dió un estirón porque el talle del vestido le queda, para mi gusto, un poco alto. Pero ya no había tiempo de más y así se ha quedado. El año que viene se lo bajaremos un poco.
Y ahora un popurrí de fotos:
En cuanto a mi traje, la cosa se complicó un poco. Tenía claro el modelo que quería. Quería sobre todo algo cómodo. Ir con niños a la Feria es a veces agotador y si encima vas ataviada con metros y metros de tela la cosa se complica bastante. Así que, aunque me parece mucho más elegante y más de moda el vestido de manga larga, me decidí por un vestido también a la sisa y canastero, que es aquel cuyos volantes van cortados al hilo, fruncidos y unidos entre sí. Buscaba un híbrido entre vestido de flamenca y bata rociera.
Las que coséis habitualmente para vosotras mismas estaréis familiarizadas con las medidas de vuestro cuerpo y tendréis unos patrones de referencia. A mí me ha costado bastante, la verdad. Como no tenía patrón base, probé varios que terminaron siendo un churro. Probé un patrón de Moda de Pasarela que resultó ser gigantesco.También probé uno que me había dejado una amiga y que tampoco me sirvió (¡gracias, Mar!). Pero el traje de flamenca debe quedar muy a tu cuerpo y las adaptaciones no son siempre fáciles. Finalmente, mi querida Isa, del blog
Onlylola, se ofreció a ayudarme a sacar el patrón básico de mi cuerpo. Fue emocionante ver con qué maestría sacó un patrón de la nada. ¡Muchas gracias, amiga!
(Hago un inciso para comentaros que Isa da clases de corte y confección en Sevilla, y que si podéis no os las perdáis, porque esta chica vale su peso en oro. Visitad su blog y pedidle información sin compromiso)
Pues continuando por donde iba, Isa me dejó preparado el patrón básico que había que ajustar. La verdad es que algo debí hacer mal porque nos ha costado bastante ajustarlo bien, pero el resultado ha sido aceptable. Para ser el primero que hago no me puedo quejar. Por supuesto tiene fallos que intentaré limar la próxima vez, pero en definitiva estoy contenta.
Ahora os dejo unas fotos, pero os pido disculpas porque tengo muy poquitas. Como os he comentado al principio hemos ido solo un par de ratos a la feria, pero hacía tanta calor que sólo me puse el vestido un día.
Aquí la última prueba en casa. No estaba ni maquillada ni nada.
El hilillo que cuelga es porque mi tía estaba arreglandome el mantoncillo
que me quedaba grande.
El primer volante ha quedado más ancho de lo que me hubiera gustado, aunque no lo veo del todo mal.
El bolso de ganchillo a juego también me lo ha hecho mi tía. No es muy ortodoxo llevar bolso, pero últiamente se están viendo muchos por la comodidad que supone.
Estas han sido las únicas fotos que he podido rescatar de móvil en móvil. Mi idea hubiera sido haceros un reportaje más basado en la costura, los remates, etc.. pero la verdad es que ni tiempo ni ganas, porque la enfermedad pasajera ha trastocado mucho mis planes.
Terminada la feria, espero volver a retomar mi actividad normal del blog y de la costura. Tengo que reponer de vestidos el armario de mis niñas, sobre todo el de Irene que ha crecido bastante...a lo largo, se entiende..jeje.
Un beso y gracias por seguir ahí. ¡Hasta el año que viene, Feria de Abril".