Hola chic@s! esta ha sido la cancioncilla del verano en mi casa. Desde que por Navidades mis hijas descubrieron la película de Frozen han tenido metida en la cabeza la idea de que su madre-coselotodo les hicera un vestido de Elsa, la Reina de las Nieves. A la mayor le venía dando largas desde entonces. Pero este verano la pequeña redescubrió la película y hemos tenido Suéltalo, suéltalo hasta en la sopa. Todo el día con la cancioncita en el móvil y paseando a la muñeca Elsa en la playa, en la piscina, en el tren, en Las Ramblas, en el Maremagnun..hasta los peces del acuario de Barcelona han saludado a Elsa.
Reconozco que el tema del vestido ha sido usado hasta la saciedad por mi parte como soborno para que se portasen bien. Pero llegó un momento en que no tenia más remedio que coserlos, tiendo en cuenta, además que mi sobrina se unió al coro de pedigüeñas.
Lo que sí tenía claro desde el principio es que no iba a cometer el mismo error con la tela de purpurina que cometí con el
disfraz de carnaval. Así que rebusqué una tela con brillos pero que no perdiese purpurina, y encontré una que tenía la purpurina como engomada que no suelta nada. No fue precisamente barata, pero preferí pagar un poco más a pasarme semanas maldiciendo cada mijita de purpurina que cayese en mi casa. Por lo demás aproveché un resto de tela de fiesta (horrible de coser) que andaba por mi baúl de telas y compré de rebajas rasete de color turquesa para la falda.
En cuanto al patrón, con el primer vestido me tiré un poco a la piscina y lo hice casi sin patrón. Un poco a lo loco, con lo cual tuve que ir rectificando muchas cosas sobre la marcha e ir "tapando" cosillas que no quedaban bien. Un poco de pasamanería plateada comprada en el mercadillo me ayudó bastante.Me decidí por hacer el disfraz sin mangas para que fuese más sencillo de colocar y parar evitar picores innecesarios. Las telas de fiesta además de ser un incordio para coser son incómodas de llevar porque la mayoría de las veces pican un montón.
El resultado fue aceptable para mí y perfecto para mi hija, que solo puso el problema de que el capa no arrastraba. La convencí de que era el vestido de verano de Elsa y que era más ligero y fresquito y se quedó medio conforme, aunque en la foto lleva camiseta debajo porque decía que le picaba mucho...ainsss
De fondo un mural de princesas para colorear.
Una buena idea para tenerlas entretenidas.
En cuanto al segundo vestido, el de la pequeña, me piqué a mi misma y lo hice con mucho más mimo y mejores acabados. Busqué un patrón con sus pinzas y todo y se lo ajusté mucho mejor al cuerpo. La capa va cortada al biés y aunque tampoco me quedó demasiado larga arrastra un poquito más.
Debajo lleva el bañador. Hacía bastante calor y las princesas también se dan chapuzones
Como veis el cierre va con velcro para que ellas mismas se lo pueda poner y quitar.
Lo mejor es que mi peque estaba encantada y que desde que se lo puso no dejó de cantar el Suéltalo, suéltalo lanzando imaginarios copos de nieve con la mano.
Este sábado celebramos su tercer cumpleaños (sniff, sniff) con una gran fiesta de princesas, donde Elsas, Blancanieves, Cenicientas, BellasDurmientes, etc. se lo pasaron divinamente.
Os dejo con unas fotos del evento. Espero que os gusten.
Regalitos... lo que más les gusta
Photocall de princesas
Y además tuvimos una supersorpresa porque la mismísima sirenita Ariel salió de debajo del mar y se presentó en nuestra fiesta para entregrarles a las princesas unos regalitos.
Mismamente mi hermana disfrazada de Ariel con una cola hecha a partir de una
falda del Burda. Las niñas se quedaron flipadas, incluso alguna se fue a su casa pensado
que era Ariel de verdad..jeje
La verdad es que con un poco de imaginación, espacio e interés se pueden montar fiestas muy chulas para los peques. La nuestra no sería la más fina, ni tendría mesas de chuches adornadas con cintas y lazos (que me encantan, eh?), pero las niñas se lo pasaron pipa y bailaron, jugaron, pintaron el mural, y muchas cosas más.
Bueno pues eso es todo por hoy. Mucho ánimo a l@s que hoy vuelven al trabajo y a la vida normal. En nada comienza comienza el bendito colegio. ¡Gracias Señor por invertalo!
Un besote