lunes, 27 de octubre de 2014

El bufón de la clase

Hola chic@! ¿Cómo estáis? No hay manera de que coja el ritmo del blog y de que vaya publicando regularmente. Llevo unas semanas muy atareadas y además con este "veroño" que se ha instalado entre nosotros no hay quien convenza a las niñas para que posen con vestidos otoñales. A ver si poco a poco nos va a abandonando este calor tan cansino que ya llevamos desde mayo sufriendo sus rigores.

Hoy os traigo mi úlitmo proyecto. Más bien ha sido un encargo. Os cuento: 
Irene está dando este trimestre en el cole el proyecto de "El Castillo". Alrededor de este tema común aprenden vocabulario, expresiones, operaciones matemáticas, etc.. Dentro de esta temática tienen un personaje motivador que conduce a la clase por los dintintos objetivos que tienen que cumplir. Pues bien, relacionado con el tema del castillo, el personaje motivador de este trimestre es el Bufón. 
Hasta ahora se había tratado de un bufón imaginario que iba a la clase mientras ellos no estaban y les dejaba algún regalito o detalle. Entonces a la profe se le ocurrió que deberían tener un bufón de verdad, no solo imaginario, y me pidió que transformarse a un muñeco duende que tenían en clase en un bufón real. 
No os imagináis la cara de orgullo y felicidad de mi hija cuando supo que su mamá iba a encargarse de tal honor. No cabía en sí de alegría. 
Y como ya se sabe que por un hijo se hace todo, pues aquí me tenéis dándole vueltas al coco al disfraz del muñeco. 
La profe me dijo que le pusiera algunos adornos y cascabeles. Que no me comiese mucho el coco, aunque me daba libertad para hacerlo a mi gusto. Yo pensé: "esta no me conoce a mí bien". Porque antes que hacer una chapuza prefiero no hacer nada. 
Y bueno no os hago esperar más. Así es como ha quedado. 





¿Qué os parece? Una buena transformación, eh?
El cambio de look ha consistido básicamente en una blusa y un pantalón hechos a ojo con los restos de rasete de colores que tenía en casa de haber cosido varios disfraces. Le cosí unos escarpines puntiagudos de fieltro rematados con varios cascabeles de colores que encontré en un bazar de mi barrio. 




El sombrero sí me dió un poco más de guerra. No sabía muy bien como hacerlo porque el original, aunque no se aprecia en la foto, va pegado a la cabeza del muñeco y lleva un solo pico terminado en un pompón. Finalmente decidí cortar por lo sano y descoser el pico del sombrero, vaciar el relleno y remeter el pico y las alas hacia dentro asegurandolo con algunas puntadas. De esta formas si algún día es necesario volver a convertirlo en duende no habrá ningún problema. 
Me hubiera gustado hacer un sombrero de varias puntas, pero la verdad es que no sabía muy bien cómo meterle mano. Así que simplifiqué al máximo y lo hice sólo de dos puntas rematadas con cascabeles. 


 
¿Qué os ha parecido? Yo estoy muy contenta con el resultado. Espero que les guste a los niños de la clase y a la profesora. Me encantaría poder mirar por un agujerito la cara de mi niña cuando se lo entregue. Ainsssss... que tontas somos las madres!
Bueno pues este bufón y yo os decimos adios.. que tengais buena semana...



Besos. 

8 comentarios:

  1. No parece ni el mismo muñeco María. Habrás dejado a la profe con la boca abierta igual que a mí. Felicidades por tu trabajo.
    Un besote

    ResponderEliminar
  2. Dioooos mioooo! es una pasada! Te ha quedado perfecto!
    Y el orgullo de tu hija...
    besos,

    ResponderEliminar
  3. nada que ver el antes con el después. Ya me imagino a la profe con un ataque de culpabilidad jajajajaja Pero está genial el bufón y seguro que los niños fliparán. Besos!

    ResponderEliminar
  4. Impresionante! Me ha encantado como ha quedado! Estarán los niños como locos!

    ResponderEliminar
  5. Jolin, como te lo has currado. Esos zapatitos molan!
    bss

    ResponderEliminar
  6. Te ha quedado muy bien.

    ResponderEliminar

Gracias por dejar tu comentario.