Si alguién me hubiera dicho que ayer, Domingo de Ramos, mi hija iba a lucir el mismo modelito que llevó el día de Navidad, no le habría creído. Pero así fue.
El día amaneció feísimo y lluvioso. Con algunos chaparrones gordos, de los que te calán los zapatos de vestir. Y frío. Sobre todo frío. Así, que a pesar de las protestas y las ganas de estrenar los vestidos de primavera, hubo que conformarse y volver a ponerse los modelos de invierno, con camiseta interior debajo.
Por la tarde el día abrió y todas las cofradías pudieron salir a la calle, pero a pesar de que no hubo más lluvia, hizo frío de abrigo, lo que dio lugar a looks de lo más varipintos en la calle y mezclas imposibles de sandalias, medias y abrigos de pelo.
Lo bueno, es que pude aprovechar para hacerle fotos a Irene con el abrigo que le cosí las pasadas Navidades y que aún no os había enseñado.
Este invierno, Irene necesitaba un abrigo arreglado, pero no me apetecía hacer el típico abrigo de paño que usamos solo dos veces. Quería algo más ponible y por eso elegí una hechura clásica pero una tela "diferente". Así que desde que ví esta tela acolchada e impermeable en una tienda local, comencé a imaginarme un abrigo para mi hija.
Tengo que decir que en mi cabeza el abrigo quedaba mucho mejor. Resultó que la tela era demasiado rígida para hacer un fruncido en la cintura. Pero el abrigo estaba ya cortado y había que seguir adelante.
Reduje todo lo que pude el vuelo de la cintura, sin que el abrigo perdiese su forma. Con todo, queda más armado de lo que me gustaría, pero el abrigo es cómodo y calentito y a la niña le gusta mucho.
El patrón que cogí fue el del Abrigo Cámel de Patrones Mujer. Ya lo había cosido en otra ocasión (aquí), pero en tela de piqué. Y, claro, el frunce quedaba mucho mejor.
No obstante, tuve que hacer algunas modificaciones. Tuve que añadirle unas pinzas al trasero del cuerpo porque quedaba demasiado ancho y no se ajustaba bien.
La manga sastre me dió problemas. Recuerdo que los primeros abrigos que hice también me dieron problemas en la manga. Entonces pensé que el fallo era mío. Pero ahora pienso que la manga debe tener algún problema en el trazado. En mi opinión, no creo que un abrigo de niña necesite llevar una manga sastre, pero bueno el patrón es así y yo no me veía capacitada para modificar la manga de esa manera.
Lo que más me gusta del abrigo ( y a mi hija también) es el interior. Está forrado de tela de coralina supercalentita. La tela, en realidad, es una manta de esas de sofá que compré en una tienda de ropa de hogar, a un precio mucho más económico que la tela comprada por metros, y que funciona perfectamente como forro. Sigue como el primer día y no tiene ni una bolita.
Las mangas van forradas de una viyela suave que le permite meter los brazos sin problema.
El abrigo se cierra con automáticos por dentro. Por fuera lleva a modo de adorno unos botones en dorado viejo.
En general estoy contenta con el abrigo porque es muy práctico y abrigado sin perder el estilo formal que buscaba.Y tiene el plus de que se puede meter en la lavodora. Pero sí es cierto que equivoqué la tela y que quizás una tela con menos cuerpo habría quedado mejor.
Para las que estais preocupadas os diré que las niñas estrenaron zapatos... así que sus manos están a salvo ;).
Parece que al menos durante tres días el tiempo va a mejorar y que incluso alcanzaremos temperaturas primaverales. A ver si podemos estrenar y hacer fotos.
Pasad buena Semana Santa.
Besos
PATRÓN: Abrigo Cámel de Patrones Mujer
TALLA: ancho de la 7 con el largo de la 9 (es amplio y cortito)
DIFICULTAD: media-alta
TELA: Acolchado impermeable en el exterior, coralina y viyela para el forro. Galerías Madrid.