Hola chic@s! Como ya viene siendo tradición en este blog, hoy os traigo con todo detalle todas cosas que cosí este año para Halloween. Ya habéis visto en Instagram casi todo, pero ya sabéis que me gusta dejar constancia en el blog.
En primer lugar os enseño el disfraz que más lata me dio: la momia.
No es un disfraz difícil así de entrada, pero lo cierto es que tiene mucho trabajo. Lo primero fue teñir con bolsas de té varios restos de sábanas blancas de algodón viejas. De esas sábanas que no se venden hoy en día pero que tiene un algodón que lo resiste todo.
Una vez teñidas y secas, las rajé en múltiples tiras de unos 4 cms de ancho. Corté en tela de punto una camiseta básica y fui cosiendo las tiras una a una a cada pieza de la camiseta: delantero, trasero y mangas. Las mangas las hice bastante más largas de lo normal y les hice un agujerito para sacar el pulgar. A medida que iba cosiendo tiras, también fui haciendo nudos y dejando tiras sueltas. Cosí las tiras hasta la altura dela sisa. Luego monté la camiseta y terminé de colocar el resto de las tiras hasta el cuello...y cuando se lo fui a probar no le entraba :(
Solución: cortar por lo sano y colocar una cremallera invisible. Aunque había cortado una talla más de camiseta, al coser las tiras, ésta perdió totalmente la elasticidad y no había manera que de que le entrase. Así que con la cremallera ya no hubo problema para meterlo por la cabeza.
Visto lo visto, para hacer la parte de abajo me curé en salud y corté un patrón de leggings de la Ottobre en la talla 11, dos tallas más grandes de las que mi hija suele llevar. Repetí la operación de coser tira por tira y hacer nudo por nudo y rematé con una goma en la cintura. Como el disfraz lleva muchas "vendas" no se nota que son dos piezas y da la sensación de que la momia va forrada entera de arriba a abajo.
Para los pies, forré unas zapatillas de lona de esas baratas que por aquí llaman "kun-fú". Las vendas están pegadas con silicona porque meter ahí la maquina de coser era imposible y aunque se llegaron a soltar algunas, aguantaron bastante bien.
Las vendas de la cabeza está colocadas "a la manera tradicional", es decir envolviéndolas manualmente una a una.
Mi pequeña momia estaba supercontenta con su disfraz de este año y la verdad es que yo también porque la trabajera mereció la pena.
Con la mayor me pasó lo que todos los años. Se le van los ojos a un disfraz "cuqui" y cuando ya está hecho protesta porque no da miedo. A eso hay que añadirle que cuando ya tenía el disfraz acabado dice que no lo quiere y que se quiere vestir de Hermione Granger con la túnica de Howarts...
A esas alturas de la película ya no estaba yo para tonterías y se tuvo que conformar con el disfraz originario que no era otro que de Caperucita zombie y/o malvada.
La caperuza es un patrón gratuito de Fleece Fun y está confeccionada en raso para disfraces de color granate. Como se suponía que era una Caperucita truculenta, me pareció más adecuado usar un color menos vivo que el rojo habitual.
El vestido, lo saqué del libro de Liesl Gibson, Building Block Dress. Os enseño la única foto que tengo del vestido.. porque la niña no paró quieta ni un segundo y casi siempre llevaba puesta la caperuza. Y, además, cuando lo he lavado he tenido la desagradable sorpresa de que la parte oscura ha despintado y todo lo que era blanco ahora es rosa. Así que de momento no cabe la opción de volver a ponerselo para la foto... (emoticono llorando :( )
El vestido no tiene ningún misterio: cuerpo dividido imitando un corpiño, mangas de farol y falda de capa. El delantal lo corté directamente sobre la tela. Suerte que hizo buen tiempo y que pudo llevar sin problema la manga corta.
Para hacerlo un poco más tétrico le hice unos arañazos de lobo en la cara con un poco de latex líquido y sangre. Protestó mientras de lo hacía pero luego estaba superencantada enseñandole a todo el mundo sus heridas.
Para terminar esta entrada, os enseño el disfraz de Harry Potter que le hice a nuestro amigo Nicolás en colaboración con su madre.
El patrón de la túnica también es de Fleece Fun, pero tuve que hacer muchas modificaciones porque la talla más pequeña era la 7 y Nicolás tiene la talla 5. Hubo que reducir bastante e ir corrigiendo sobre la marcha.
La costura fue compartida entre su mamá y yo, pero os lo pongo por aquí porque quedó supergracioso.
Y como esta entrada se me está haciendo ya muy larga, os enseñaré los disfraces que me faltan en la próxima. ¿Os parece?
Espero que os hayan gustado.. y espero no daros demasiada lata con tanto disfraz.
Nos vemos en la próxima
Besos.
Maria eres la caña... no pueden estar mejor, la momia con cremallera es lo más y la niña borda el papel, y el de caperucita... me lo voy a hacer para mi jjjj
ResponderEliminarbesos,
Desde luego tú si que vives Halloween, Mari! impresionante todo, cada año te superas!
ResponderEliminarbesos
D.