Hola chic@s! un mes más cumplo con el reto del Once Proyectos para 2013. Parece mentira pero ya sólo nos queda un mes para cumplir el reto completo. ¡Cómo pasa el tiempo!
El tema del mes de noviembre era Yo reciclo, tú reciclas... Tenía varias ideas para realizar este mes, pero como siempre ocurre la mente cose más rápido que las manos, y finalmente sólo he podido hacer un reciclaje muy sencillo aunque bastante resultón.
Os cuento un poco:
Durante el último cambio de armarios descubrí un vestido que no recordaba que tenía. Al parecer vino en un bolsa de ropa que mi hermana me había mandado para Elena y que se le había quedado pequeña a mi sobrina. Conociendo los gustos de mi hermana estaba segura de que el vestido en cuestión debió ser heredado también por mi sobrina de alguna prima. Era éste:
Venía tal cual, sin cinturón ni nada
La verdad es que era un vestido que no me hacía mucha gracia. Se veía un corte clásico-antiguo y mi primera intención fue deshacerme de él. Sin embargo, me daba pena porque el vestido tenía un tejido muy agradable, era de El Corte Inglés y estaba completamente forrado, y salvo por el bajo un poco estropeado, estaba en muy buenas condiciones.
A pesar de que era una talla 36 meses, se lo probé a Irene y le quedaba bien aunque muuuuy largo y un poco lacio. Se notaba que era un corte antigüillo.
Así que decidí hacerle algunas modificaciones sencillas pero que creo que han dado buen resultado y ahora tenemos otro vestido arregladito para llevar estas Navidades.
Lo primero que hice fue subirle el bajo. Para ello, en lugar de cortar el dobladillo original, lo que hice fue darle una vuelta hacia dentro. De esta forma no sólo estaba subiendo el bajo, sino que además le estaba dando más cuerpo,evitando así que volviese a quedar lacio.
Además, para tapar la costura del bajo y para dale un poco de más gracia la vestido le añadí una cinta estrecha de terciopelo en azul marino.
Al forro le cogí una jareta grande para no tener cortar y cambiar la puntilla.
Mirad todo el trozo que le he tenido que subir.
Por último, le puse una cinta ancha de terciopelo azul a modo de cinturón con lazada en la espalda. Le dí unas puntadas a los lados para que no se moviese demasiado, aunque no descarto pasarle un pespunte con la máquina para que quede bien fijada.
Y ya está. Son poquitos arreglos y muy sencillos, pero creo que han sido suficientes para darle otro aire al vestido.
Estoy muy contenta con el resultado. A veces lo más sencillo es lo más resultón. Se lo he probado a Irene y le queda muy simpático, cortito, con el bajo levantadito, con un aire un tanto retro y muy infantil. Ya me queda poco tiempo para ponerle este tipo de vestidos, pero creo que este año aún aguanta.
Espero que os haya gustado.
Un besote,