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martes, 27 de junio de 2017

Lady Irene

Hola chic@s! Más de un mes sin pasar por este rincón. Parece que este año las cosas se han complicado un poco y me está costando seguir con la rutina del blog. 
Sin embargo no podía dejar de enseñaros una de mis últimas costuras, que las que me seguís por Instagram ya habeis visto. Se trata del modelo que llevó Irene para el festival de fin de curso del cole.
 Irene acaba de terminar segundo de primaria y durante el último trimestre del curso han estado estudiando y trabajando a grandes rasgos el tema de la historia, las épocas en las que se divide y cómo vivían las personas en los distintos periodos históricos.  Uno de los aspectos en los que se han detenido ha sido en cómo vestian las personas y cómo la moda ha ido evolucionando a lo largo de los siglos. 
Me pareció un punto de vista muy divertido y didáctico. Mi hija estaba encantada y cada día me contaba algo de cómo se vestían en el antiguo Egipto o durante la Edad Media. 
Como colofón al proyecto, decidieron hacer un desfile de moda histórico. Cada niño pudo elegir su disfraz... y mi hija, que tiene una puntaría divina, eligió ir de Dama Inglesa del S.XIX. ¡No podía haber elegido algo más sencillito la niña! 
Confieso que el "disgusto" me duró 5 minutos. El tiempo que tardé en investigar en Google y caer rendida ante el reto de hacer un modelo de época. He de decir que soy fan de las pelis de época, Jane Austen y todo lo relacionado con la época victoriana.. así que la diversión estaba asegurada.


El primer reto fue adaptar un vestido de señora de época a una niña de 8 años. Evidentemente patrones de este tipo para niñas no hay por ninguna parte. De señora sí se encuentra algo por el tema del cosplay, pero de niña nada de nada. Además ella tenía que ir vestida de dama no de niña de época. 
Una vez decidido el modelo, durante días me estrujé el coco modificando patrones y decidiendo cómo colocarlo todo. Finalmente, a partir de un patrón base saqué un cuerpo-chaqueta con peplum más largo por el trasero, manga francesa y escote en V. 
El segundo problema que se me presentó fue el tipo de tela. Se ve que en Inglaterra no sufrían los calurosos veranos que tenemos por aquí abajo y las señoras llevaban capas y capas de tela sin inmutarse. Pero suponiendo que iba a hacer calor ( y vaya si hizo) tuve que rebuscar un poco hasta encontrar una tela que de aspecto cuadrase con la idea pero que no cociera a la niña.. y que no me costara un riñón (todo sea dicho). 
Fianlmente encontré una tela de oferta en Julián López en tonos bugambilla que iba perfecta. Eso sí, cuerpo cero.. más bien babosa y con caída.


Perdonad la mala foto pero es en la que mejor se ve el dibujo y el color de la tela. El escote y las mangas van rematados con puntilla que tenía en casa. La falsa botonera lleva botones reciclados de una chaqueta vieja y el lazo también es reciclado de otra prenda. A modo de adorno lleva un camafeo de los chinos, que me temo que pesa un poco y le tira hacia abajo. 
El borde del peplum lleva una pasamanería que me encantó y a la que no me pude resistir.. ¿me creeís si os digo que me costó más cara que la tela del vestido?
Para cerrar el vestido por detrás, coloqué una cremallera invisible.



El siguiente escollo a salvar fue el bautizado como "culopollo". Su nombre técnico es polisón y servía básicamente para abultar la zona del trasero. Después de darle muchas vueltas y sopesar pros y contras, hacer busquedas interminables en Pinterest y Google, inventé un cojín doble con un cinturón atado por la cintura y un snap para cerrarlo. No tengo fotos, lo siento.... pero aunque pensé que mi hija no lo aguantaría, se lo colocó sin rechistar y no se lo quitó hasta el final del desfile.



La falda también me dió más de un quebradero de cabeza. Decidí hacer una falda blanca con un par de volantes de encaje que no son otra cosa que una cortina vieja de Ikea que mi suegra ya no quería. Y luego coloqué una sobrefalda drapeada encima que va rematada por una tira de pequeños madroños a juego. 
Para que la falda tuviese cuerpo le coloqué en el bajo un aro como los que se usan en los vestidos de Primera Comunión. No os penseis que fue coser y cantar. Hacer la sobrefalda me llevó toda una tarde cosiendo y descosiendo y probando distintas maneras de colocarlo. Finalmente quedó más o menos bien.


Por último, añadí unos complementos. Un "sombrero" que hice con materiales de los chinos y con restos de cintas y adornos que tenía en casa. El tocado va unido a una diadema negra que queda disimulada dentro del peinado. Tuve que ponerle los rulos para que el pelo le quedase rizado. Y no os imaginais lo contenta que iba, porque ella tiene el pelo superliso y la novedad la tenía supercontenta.

Mi padre, en un capricho de abuelo, le compró la sombrilla de encaje y mi tía le hizo un bolsito de crochet que no llegó al desfile porque con los nervios se cargó el asa..


Bueno, solo me queda decir que el modelo y la modelo fue todo un éxito. La verdad es que había disfraces supercurrados y salió todo genial.  El niño que iba de la misma época de ella iba muy bien y muy conseguido. Ya os digo que he disfrutado mucho de este reto. Ya sabéis que me encanta coser disfraces. ¡¡¡A ver que me espera para el próximo!!!
Espero que os haya gustado y no os haya cansado esta entrada tan larga.
Creo que este verano me va a costar seguir el ritmo de publicación del blog. Aunque espero que  no se demore demasiado la próxima entrada.
Un beso y a feliz verano a tod@s!




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