Hola chic@s! ¿Cómo llevais los fríos? Por aquí esta haciendo bastante, para lo que estamos acostumbrados, se entiende. No pretendo compararme con lo que tiene que hacer por allí arriba ;)
Lo cierto, es que no sé si será el frío o la ajetreo del día a día pero este mes estoy un poco de capa caida con la costura. Estas rachas vienen de vez en cuando, pero siempre, tarde o temprano desaparecen y vuelvo a la acción. Esperemos que así sea.
Hoy un traigo otro vestido que le cosí a Irene a finales del año pasado. Como os comenté este año solo le había cosido dos vestidos arreglados (aquí y aquí) y uno de sudadera. Un vestido informal, calentito y de trote, para llevar en cualquier ocasión.
En una de mis escapadas con mi amiga Isa para ver telas, encontré un retal de sudadera azul marino de 1'70 m a un precio irresistible (4€) y me lo traje pensando en un vestido de la Ottobre que tenía fichado desde hacía mucho tiempo.
Se trataba del vestido Banana Sweet de la Ottobre 4/2014, la primera que salió en español. Aunque el color amarillo me echaba para atrás, pensé en adaptarlo más a mi estilo y hacerlo un poco más "cuqui". Y este es el resultado.
La confección del vestido no fue lo que se dice sencilla. Los bolsillos hay que hacerlos con paciencia para que queden bien. Por suerte mi tela estiraba pero no excesivamente, con lo cual el trabajo no fue demasiado complicado.
Los frunces también dan un poquito de lata. Aunque lo más "chungo" para mí fue la tapeta de los botones.
Me confundí al cortar y tuve que hacer un pequeño chanchullo para disimular la pifia. Como la tela solo estira en un sentido, no pude cortar otra pieza. Así que resolví el problema de la mejor forma que pude.
A modo de contraste usé una tela de patchwork de florecitas de Julian lópez que compré el pasado Black Friday cuando toda la tienda estaba al 40% de descuento. Creo que el contraste lo hace mucho más dulce y un poco menos informal que el de la revista. En el patrón viene un puño para terminar la manga. Como no tenía tela de puño a juego opté por alargar la manga y evitar tener que ponerlo.
Para cerrar la tapeta usé snaps en tonos rosa.
Es un vestido cómodo, que queda suelto por detrás. La capucha es más bien a modo de adorno porque queda justita una vez que cierras la tapeta.
Corté la talla 7 para mi hija, y aunque añadí varios centímetros al largo de la manga y al bajo del vestido, creo que ha quedado un poco corto. No sé si además habrá encogido en la secadora o sí la niña ha dado un estirón, pero ayer cuando lo llevaba se lo veía un poco ridículo. Creo que en breve pasará a llevarlo la hermana. Al menos es un consuelo que no se quede colgado en el armario.
Como os digo, es un vestido ideal para saltar, jugar y hacer monerías varias porque es cómodo y calentito. Aunque no es un vestido tan sencillo como a los que la Ottobre nos tiene acostumbrados y requiere un poco más de paciencia.
No me ha quedado perefecto pero a mi hija le gusta y le sienta bien.
Bueno, esto es todo por hoy.
Mientras espero que mis ganas de coser vuelvan voy a mirar que habéis cosido vosotras.
Besos y feliz semana.