Hola chic@s! ¿Qué tal el comeinzo de la Semana Santa? Por aquí estupendamente, con un tiempo inmejorable e incluso bastante calor. Después de casi dos semanas deshojando la margarita sobre el tiempo que iba a hacer, y después de aprovisionarnos con medias y leotados, finalmente abandonamos las rebecas y chaquetas en el coche y buscamos calcetines cortos para paliar un poco los más de 30º que hubo al medio día.
Pero bueno, para empezar por el principio, nuestra Semana Santa comenzó el Viernes de Dolores con la procesión de la Virgen del Pucherito del cole de las niñas. Este año tuve la suerte de poder ser madre colaboradora y vivir la procesión desde dentro. Fue muy divertido a la vez que estresante preparar a todos los chiquillos para salir. Coloqué varias mantillas, soné mocos, acompañé al wc, consolé algún que otro llanto... pero sobre todo me divertí mucho y mis niñas disfrutaron como enanas del hecho de que su madre estuviera allí. Por ello tengo pocas fotos de la procesión y las que tengo son de movil y salen muchos niños. Os pongo esta foto para que veais a mi nazarena y a mi música con su tambor.
Por la tarde, sale El Paso. El paso es la cofradía de mi barrio. De origen muy humilde, en un periodo de tiempo de 30 años se ha convertido en una hermandad seria con sus nazarenos y todo. Recuerdo de adolescente ir con mis amigas a ver El Paso en el que sólo estaba El Cristo con un olivo detrás. Hoy en día ya es un señor paso de misterio con más de 700 nazarenos y que procesiona de manera bastante profesional.Todo el barrio se viste de fiesta y saca sus mejores galas para ir a verlo.
Para la ocasión Elena estrenó un vestido que confeccioné hace unos días pensando en Semana Santa. Aquí hay tradición de ir arregladitos durante estos días, sobre todo el Domingo de Ramos y el Jueves y Viernes Santos, con lo cual es una ocasión perfecta para mostrar los modelitos de la primavera.
Como veis se trata de un sencillo vestido trapecio en piqué rosa fresa, con cuello bebé, adornado con un babero en piqué blanco con florecitas rosas del mismo tono del vestido. El bajo del vestido, así como el babero van rematados con una tira plisada de la misma tela de floceritas.
El vestido tiene su historia. El año pasado, pensando también en Semana Santa, corté dos vestidos trapecios en rosa. Sin embargo, la cosa se complicó, no encontraba la inspiración para adornarlo y el tono de rosa dejó de gustarme. Así que se quedaron guardados en el cajón de la cosas pendientes. Sin embargo este año me vino un flash de inspiración y decidí retomarlo. El vestido que había cortado para Elena le quedaba demasiado corto. Igual pasó con el de Irene. Así que sólo podía aprovechar uno y por ello el que cosí para Elena era el que iba destinado a su hermana.
Os dejo unas cuantas fotos más:
Detalle del canesú.
La espalda
Con nuestros inseparables amigos caballos
Se trata de un vestido sencillo y ponible. Va forrado por dentro por lo que creo que dará un poco de calor en verano. Así que lo tendremos que aprovechar todo lo que podamos antes de que llegue el calor abrasador.
Los modelitos del Domingo de Ramos os lo enseñaré en la próxima entrada que seguramente será después de Semana Santa. Espero que disfrutéis mucho de estos días y que haga buen tiempo en toda España.